Series turcas: ¿ Qué ha cambiado en las telenovelas?

Antes yo también criticaba las telenovelas, como todo el mundo que se considera a sí mismo moderno detesta las fantasías noñas y ridículas ambientadas en la época actual que tratan a las mujeres como seres cuyo único propósito es buscar marido, enamorarse, ser amada por otro hombre, vivir un triángulo amoroso que desemboca en una guerra amorosa, vivir ese amor de la forma más trágica posible mientras sueña con el día de su boda y tener descendencia con el amor de su vida.
Hoy, día 4 de noviembre del año 2019 debo admitirlo. No es fácil, pero lo diré: estoy enganchada a las telenovelas.
¿ Qué ha cambiado  en este tiempo? ¿He aprendido a abrir mi mente y les he dado una oportunidad o ha cambiado la manera de producir novelas en los últimos años?
Yo creo que ambas cosas. Aunque aún se emiten novelas ñoñas, lo cierto es que han variado los géneros y su estética. Y aunque quiero dejar claro que no tengo nada en contra de las latinoamericanas ( que siguen sin llamarme la atención o al menos no he encontrado ninguna que me picara un poco la curiosidad) , sí admito que comienzo a engancharme a las telenovelas turcas.
Turquía está destacando en cuanto a su producción cinematográfica: aunque es cierto que se están vendiendo series cuya temática es muy rural y tradicional ( y cuya estética es a primera vista muy cutre), están destacando algunas series en todo el mundo.
¿Qué es lo que hace tan especiales las telenovelas turcas?  En mi opinión, es precisamente ese contraste entre lo clásico y lo moderno, lo tradicional y lo actual. Estambul es la ciudad en la que se ambientan la mayoría de series visualmente más atrayentes para la sociedad europea ya que son un reflejo de nuestra sociedad (o eso imitan, aunque aún conservan un ligero tono conservador y tradicionalista en cuanto a las relaciones sociales se refiere o por ejemplo sobre el trato hacia  la mujer).

Además de esto, la fotografía en muchas de estas series no tiene nada que envidiar a las adaptaciones de Hollywood: un ejemplo de ello es mi querida Içerde de la que hablaré en la siguiente entrada.


Prejuiciosa. Ignorante. Eso es lo que era. ¿Cómo he tardado tanto en eliminar mis prejuicios sobre este género televisivo?  ¿ Cómo he podido pensar que las series turcas resultarían todas tercermundistas sólo por el hecho de haber sido rodadas en su país de origen?

Por suerte, mi visión ha cambiado, y en la próxima entrada explicaré por qué.